ESTUDIANTES

En el área académica a los estudiantes deberían:
Estar motivados y con altas expectativas en torno a sus logros personales y académicos.
Ser responsables, rigurosos y perseverantes en su quehacer escolar.
Ser autónomos, esforzados, reflexivos, críticos y creativos.
Ser capaces de reconocer sus potencialidades y limitaciones.
Ser exigentes en la búsqueda del conocimiento.
Ser capaces de tomar decisiones y cumplir con los compromisos contraídos.

En el área valórica y de convivencia, los estudiantes deberían:
Ser respetuosos consigo mismo y los demás, con capacidad de expresar lo que sienten con honestidad.
Ser autodisciplinado, con voluntad suficiente para lograr lo que se propone.
Ser comprometidos en la acción social, reconociendo que por este medio se contribuye en la formación ciudadana.
Ser respetuoso, reconociendo siempre las diferencias y manteniendo la disposición al diálogo.
Ser promotor de una sana convivencia, mediante un buen trato con todos los actores de la comunidad educativa.
Ser comprometido con su formación espiritual y respetuoso de las manifestaciones religiosas ofrecidas por el Establecimiento.
Ser responsable de sí mismo, como persona y ciudadano, capaz de dimensionar con anterioridad las consecuencias de sus actos.

APODERADOS

La coordinación colegio y familia permitirá una educación de calidad, donde las familias deberían:
Ser responsables con la educación de sus hijos, reconociéndose como actores
indispensables y partícipes de la educación.
Conocer, apoyar, compartir y participar el PEI y RICE del Colegio, aportando en la formación valórica acorde a la filosofía del establecimiento.
Colaborar con el colegio y sus profesores en las distintas actividades propuestas, inicialmente brindando las condiciones básicas para que el estudiante se desenvuelva frente a las tareas escolares, y en segundo lugar, participando de actividades curriculares y de convivencia abiertas a la familia y comunidad.
Participar de las reuniones de apoderados y asistir a entrevistas con distintos estamentos que puedan requerir de su presencia.
Favorecer la buena convivencia con la comunidad educativa utilizando los canales formales de comunicación y respetando los protocolos establecidos.
Presentar buena disposición a la resolución de conflictos, reconociendo que pueden existir diferencias entre la familia y el colegio, pero aun así promoviendo el diálogo y los acuerdos en beneficio del desarrollo integral de los estudiantes.